Cambio de color

Estaba deseando mostraros este post, pues llevo al menos un mes dedicada a dar un cambio de color a mi habitación. La decisión fue por motivos personales. Necesitaba un cambio en mi y tenía que empezar por mis hábitos y objetos personales. Así que deseché todo lo que no quería y dejé entrar el color en ella.

Os muestro primero como era antes. Una habitación con decoración bastante juvenil, ya que esta decoración tiene 10 años y por supuesto fue elección mía, pero el tiempo pasa y los gustos cambian.

 

Una habitación es algo muy personal y creo que debes sentirte cómodo nada más entrar. Todo influye, los colores, los olores, la comodidad, etc.

Lo primero que hice fue aprovechar el armario que tengo. Es un armario empotrado, pero no está demasiado bien distribuido el espacio. Necesita un lugar donde colocar los zapatos y que fuera a medida. Así que compré una estantería para montarla y la pinté de color verde pistacho. Este fue el resultado.

 Después vino lo más difícil: de manera económica cómo hacer que la habitación tomara un giro diferente. Así que pinté la pared del cabecero de color rosa y decidí darle toques mucho más personales. Recogí objetos antiguos de mi familia y los customicé como decoración, incluso piedras que yo misma decoré para el jarrón.

Mi idea era darle un toque vintage, no sé si lo habré conseguido, pues con muebles minimalistas, era difícil.

Caja registradora, de una antigua tienda con miles de recuerdos en sus teclas.

 Un corazón realizado a partir del calendario de mi mes y año de nacimiento que mi madre guardaba con todo el cariño. De ese calendario salen las personas más importantes en mi vida.

 Un escritorio forrado de páginas del periódico EL SOL del año 1990, no encontré otro que se acercara más a mi año de nacimiento, así como de partituras que he interpretado al piano, manuscritas y algunas imágenes típicas vintage.

 

No ha quedado mal, ¿no?

Marcos de cuadros que ya no servían. Donde uno de ellos está decorado con letras que hice, simbolizando el sentimiento que deseo que se consigue en este hábitat.

Todo tipo de cajitas para que todo quede organizado.

 Una cama llena de cojines y una alfombra de pelo blanco.

 Y por último, ¡las cortinas!

¡Así que este ha sido el resultado! ¿Qué os parece? 

Ha sido un gran trabajo, del cual he quedado bastante satisfecha. No puedo dejar de dar las gracias a las personas que me ayudaron: Carmen Romero (mi madre), Mª Araceli Carvajal, Rafael Rodríguez e Isidro Aguilar.

¡Muchas gracias!

 ¿Comparamos?

 Gracias por vuestras visitas y comentarios. ¡Un abrazo enorme!