Agosto ha dejado momentos tan buenos como estos, no quiero que se acabe, no quiero...
Estuvimos unos días en Mallorca y solo puedo decir que me gustó tanto que repetiría ahora mismo, jejeje, sin persarlo!
La isla está llena de calas maravillosas y una que no se puede dejar de visitar, es la de Sa Calobra, se accede por una carretera con bastantes curvas o por barco desde el Puerto de Sóller. Nosotros nos complicamos un poco y optamos por la primera. El trayecto es una carretera estrecha con curvas de 180 y hasta una de 360 grados, después he leído que a este punto se le llama nudo de corbata, la carretera pasa por debajo de si misma formando como un nudo, a pesar de todo el zigzagueo mereció la pena por las vistas tan impresionantes. Cuando llegamos la mezcla de roca, vegetación y mar hace un paisaje impresionante, las aguas tienen un color turquesa que te deja sin palabras.